Si alguna vez se ha planteado siquiera remotamente dejarse crecer el bigote, es muy probable que se haya visto atrapado, aunque sea por un momento, en la cuestión de qué tipo dejarse. Todo caballero que se precie sabe que no puede dejarse crecer cualquier bigote. Tienes que dejarte crecer algo que encaje con tu personalidad y tu visión de la vida. En un esfuerzo por aliviar este enigma, este breve artículo debería ofrecerle una buena introducción al menos a algunas de las posibilidades de bigotes disponibles, así como algunas ideas generales sobre su mantenimiento.

El Chevron.

Esta es fácil. Piensa en Tom Sellick y te harás una idea. El Chevron es un bigote poblado y grueso, que cubre prácticamente todo el labio superior. La dificultad de mantenerlo es mínima, ya que sólo hay que afinarlo de vez en cuando y recortarlo cada una o dos semanas. Podrías dejárselo casi por completo a tu peluquero durante tus visitas para cortarte el pelo.

El Vaquero.

El Cowboy es básicamente una versión desaliñada del Chevron. Es así de sencillo. Piensa en Sam Elliott, sobre todo después de un largo y difícil día de rodaje interpretando a rancheros y otros tipos duros. El Cowboy es relativamente fácil de cultivar. Todo lo que tienes que hacer es dejarte crecer un Chevron, y luego dejar que se vuelva un poco áspero alrededor de los bordes.

Esto no significa que no haya que recortarlo, sino que no se puede hacer demasiado bien. Recórtalo como quieras, pero sin ser demasiado preciso, y tendrás un vaquero bien proporcionado. A partir de ahí, sólo necesitarás un caballo y un lazo.

Los ingleses.

Éste parece casi un bigote de lápiz, pero no lo es, ya que tiene pelos largos que se peinan hacia los lados desde el filtrum (esa pequeña hendidura en medio del labio). El inglés tarda un poco más en crecer porque los pelos son más largos. El corte también requiere un poco más de precisión para que quede bien.

El manillar.

Piensa en cuartetos de barbería a la antigua usanza. Así es. Éste es grueso y tupido, con el pelo más largo en los laterales para que puedas rizarlo hacia arriba. Lleva un poco más de tiempo y esfuerzo conseguirlo, ya que hay que peinarlo más, pero a menudo hace maravillas con tu personalidad.

Además, a partir de cierta longitud, se necesita un poco de cera para el bigote para mantener el rizo como debe ser, pero es un bigote bonito y divertido de llevar. Una variación del manillar es el petit manillar, que es igual que el manillar, salvo que los rizos hacia arriba no se extienden más allá de los extremos de la boca del portador.

El Dalí.

El Dalí recuerda al artista Salvadore Dalí, conocido por su bigote estrecho con extremos que utilizan la magia de la cera para sobresalir hacia arriba. Este bigote es difícil de cultivar y de mantener. Sólo deben intentarlo quienes tengan experiencia con los bigotes.

El Imperial.

El Imperial es otra variante del Handlebar, pero incorpora pelo que crece no sólo en el labio superior, sino también en las mejillas. Muchos hombres lo intentan, pero desisten, ya que se necesita mucho tiempo y esfuerzo para que quede bien.

La Herradura.

Hay muchos hombres que consideran que la herradura es una pobre excusa para un foo man choo, pero hay consideraciones prácticas para cualquiera de los dos. La herradura, llamada así porque se parece a una herradura o a una perilla con la parte inferior y central afeitadas.

Suele ir acompañada de la llamada "mancha del alma" en el labio inferior. Éste no es difícil de cultivar, ni siquiera de mantener, pero es un poco complicado de llevar. La mayoría de las veces parece que se está bromeando con un bigote. Otros dicen que parece un "foo man choo" que no llegó a producirse.
El Fu Manchu.

Piensa en el Maestro Po de la antigua serie de televisión Kung Fu. El pelo crece en el labio superior, lo que permite que los bigotes crezcan más allá de los extremos de la boca hasta la mandíbula. Este estilo se confunde a menudo con la herradura en que los extremos de los pelos crecen más allá de la línea de la boca, pero la piel de debajo está afeitada.

El lápiz.

El lápiz es una pequeña línea de pelo que crece justo en el labio superior. La longitud del pelo es muy corta, a veces apenas supera la sombra de las cinco, y es recto como una tabla. Algunos hombres no entienden cómo puede merecer la pena esforzarse en crearlo, pero otros que tienen tiempo y ganas de hacerlo consiguen que funcione.

El Lápiz lleva mucho tiempo recortarlo y asegurarse de que queda bien, pero si tienes ganas, puede quedar bien.

La Morsa.

Este es el más grande y quizás el más tupido de los estilos de bigote. Si le cuesta visualizarlo, basta con ver fotos de Grover Cleveland, y se hará una idea. La morsa recibe su nombre, por supuesto, del animal, y en muchos casos esos animales llevan el estilo incluso mejor que los humanos que lo prueban, pero en realidad no es más que una extensión del Chevron, sólo que con un poco más de crecimiento excesivo.

Muchos de los que cultivan morsas lo hacen después de haber intentado cultivar un Chevron y, una mañana, dicen: "Al diablo con él", y dejan que se convierta en una morsa. De hecho, esa es una buena razón para cultivar una.

Elegir un estilo

Choose a style that works with your facial structure and your willingness to commit to good grooming habits. If you want to be lazy about your facial hair, you’re better off joining the masses that shave daily and don’t have the willpower to maintain a mustache. Beards and tashes are a status symbol and if properly maintained it shows a strong degree of discipline. Most importantly, they are an expression of yourself. The colors, texture and shape all say something about you, so take your time when cultivating your whiskers and develop a style you can call your own.